La estimación sobre el crecimiento para el año, luego de varias correcciones a penas es del 0,6%
A partir del 2003, el índice de capacidad instalada ocupada se elevó del 62,2% a 76,9% para el 2011, posteriormente en e 2012 descendió al 73,7%, pero en este año solo se espera que llegue a 69,4% situación que se asemeja al año 2005.
La participación del rubro alimentos y bebidas llega al 33,05%, por lo que si se ingresa nueva indumentaria además de equipamiento y mantenimiento del hogar se toma conciencia de lo decisiva que es la producción de bienes de consumo en la economía del país.
El decrecimiento del sector se ha venido arrastrando años atrás y ha sido muy difícil el poder incrementarlo.
Las horas extras han desaparecido en su totalidad, y nace el esquema de suspensiones programadas en la rama automotriz, con pago compensatorio de sólo dos tercios del salario básico, recayendo con intensidad en las fábricas de autopartes y su personal.
Los directivos mencionan, que carecen de una serie de autopiezas esenciales que deben importar y que no lo pueden concretar por falta de fluidez en divisas. (Estas actividades complementarias cubren el 25,2% de la producción manufacturera).
El sector de la industria junto con el de la construcción, también bajo su ritmo, los dos sectores son críticos, incidieron en mayor medida en la reducción al 41,3% de la tasa general de empleo, al tiempo que la de desocupación abierta se eleva al 7,5% y la de subocupación, a 9,6%.
Lo que 1,3 millones permanecen en condición de desocupados absolutos, 1,7 millones identificados como subocupados que trabajan entre una y 35 horas semanales, estos datos sobre los 17,8 millones de la población económicamente activa PEA.