El objetivo de escolarización primaria en riesgos por la falta de docentes especializados.
Para alcanzar una educación primaria universal de aquí a 2015 hacen falta 1,6 millones de maestros y se incrementa a 3,3 millones hasta el 2030.
Según un estudio de la Unesco un 58 por ciento de todos los países del mundo presentan escasez de docentes y el África subsahariana es la región en la que la situación es más preocupante, en este continente se necesitan un millón de docentes de educación primaria.
Los datos tomando en cuenta los cambios demográficos evidencian que de aquí a 2030 harán falta 2,1 millones de nuevos docentes en el África subsahariana, además de los 2,6 millones que habrá que sustituir porque se habrán jubilado.
Los estados árabes son la segunda región en la que se requerirán más maestros de primaria. De aquí a 2030, la región vivirá una explosión de la población en edad escolar, con 9,5 millones de alumnos más. Hasta entonces, la región deberá crear 500,000 puestos docentes más y sustituir a los 1,4 millones que abandonen la profesión.
El personal docente es un elemento fundamental sin el que no puede ejercerse el derecho a la educación, pero hace falta personal cualificado y motivado, condiciones que no se presentan en todos los docentes, el nivel de formación y motivación marcan los progresos dentro del aula y su capacidad no sólo para transmitir conocimientos, sino para gestionar los problemas que puedan surgir en el aula, dar atención personalizada al alumnado y proponer fórmulas de enseñanza que ayuden a eliminar desigualdades, como por ejemplo las desigualdades entre niñas y niños.
En algunos países para ser docente basta con haber terminado la educación primaria y haber cursado un curso de capacitación de un mes, mientras que en otros, se requiere una formación especializada. Pero independientemente de la formación exigida, un tercio de los países reconocen que sólo la mitad de las y los docentes de preescolar reciben una formación. En la enseñanza primaria, la situación empeora, pero 31 países informan de que menos de tres cuartas partes de los maestros y maestras ha recibido capacitación o formación adecuada. En Malí, donde la mitad del personal docente de la escuela primaria está capacitado, sólo una cuarta parte ha tenido una formación de más de 6 meses. Y esta formación baja aún más entre quienes enseñan en secundaria.